Título: Tokio Blues. Norwegian Wood.
Autor: Haruki Murakami.
Editorial: Tusquets Editores.
Colección: Andanzas.
Formato: Rústico con solapas.
Páginas: 383 Págs.
ISBN: 978-84-8310-307-4
Precio: 19,00 Euros.
Sinopsis:
"Toru Watanabe, un ejecutivo de 37 años, escucha casualmente mientras aterriza en un aeropuerto europeo una vieja canción de los Beatles, y la música le hace retroceder a su juventud, al turbulento Tokio de finales de los sesenta. Toru recuerda, con una mezcla de melancolía y desasosiego, a la inestable y misteriosa Naoko, la novia de su mejor –y único– amigo de la adolescencia, Kizuki. El suicidio de éste les distancia durante un año hasta que se reencuentran en la universidad. Inician allí una relación íntima; sin embargo, la frágil salud mental de Naoko se resiente y la internan en un centro de reposo. Al poco, Toru se enamora de Midori, una joven activa y resuelta. Indeciso, sumido en dudas y temores, experimenta el deslumbramiento y el desengaño allá donde todo parece cobrar sentido: el sexo, el amor y la muerte. La situación, para él, para los tres, se ha vuelto insostenible; ninguno parece capaz de alcanzar el delicado equilibrio entre las esperanzas juveniles y la necesidad de encontrar un lugar en el mundo.
Con un fino sentido del humor, Murakami ha escrito el conmovedor relato de una educación sentimental, pero también de las pérdidas que implica toda maduración. Tokio blues supuso el reconocimiento definitivo del autor en su país, donde se convirtió en un best seller".
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No creo que desvele ningún misterio si digo que hablar de Murakami es hablar de uno de los escritores con mayor repercusión mundial del momento. La mayoría de sus obras han cosechado grandes elogios tanto dentro como fuera de las fronteras de su país: Japón.
Un país, no obstante, cuyos críticos, pese a las alabanzas recibidas por parte del gran público, siempre han sido bastante críticos (y valga la rebuznancia) con su obra literaria, calificándola de cultura pop, de subrrealista y de estar fuertemente influenciada por la literatura occidental.
Qué queréis que os diga. Probablemente estos críticos japoneses tengan razón. Una razón que no exonera de calidad literaria a la extensa producción de este genial escritor.
Anteriormente ya había hablado de alguna de sus obras, como "El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas" o "De qué hablo cuando hablo de correr", y aunque aún no los he comentado, también he leído los libros "After Dark" y "Kafka en la orilla".
En definitiva, que Murakami es un escritor que me encanta y pienso seguir disfrutando con sus obras, ya que aún me quedan unas cuantas que leer.
Un tema que suele ser recurrente en sus obras, es la soledad. Sus personajes a menudo se encuentran solos, apartados de la sociedad y no terminan de encontrar las herramientas necesarias para introducirse en el sistema. Son individuos que suelen hacer malabares entre un mundo real y tangible y otro onírico y/o espiritual; entre la alienación y la cordura.
En el caso de "Tokio Blues. Norwegian Wood" esta premisa se cumple de igual manera.
Como dice la sinopsis, Toru Watanabe es un ejecutivo que en un momento determinado y gracias a una canción ( "Norwegian Wood", de los Beatles) echa la vista atrás y repasa ciertos acontecimientos que vivió durante su adolescencia y que a la postre terminarían marcando su vida.
Recuerda a Kizuki, su mejor amigo, con una personalidad extrovertida, que un buen día decidió quitarse la vida sin dejar ningún tipo de explicación al respecto.
Una Naoko misteriosa con la que mantendrá una relación de amor profundo, pero de un amor que nunca podrá ser. De un amor que el destino se empeñó en marcar como imposible, desde el principio hasta el fin, hasta las últimas consecuencias. Un amor que va más allá de los límites establecidos por la cordura.
Una bonita y trágica historia central sobre la que se solaparán las demás relaciones personales que Watanabe mantendrá con el mundo exterior.
Un mundo exterior cuyo epicentro, Tokio, se encuentra sumido en un periodo de transicional de grandes cambios sociales...
Personalmente, me quedo con dos personajes. Uno de ellos es Reiko Ishida, una profesora de música y buena amiga de Naoko, junto con la cual permanece en una especie de redidencia psiquiátrica. A pesar de tener un pasado trágico, Reiko intentará aconsejar a Watanabe y a Naoko en su relación.
El otro personaje es Midori Kobayashi, la vivaz y extrovertida compañera de clase de Watanabe, que trabaja en una pequeña librería de barrio. Al principio tiene pareja, pero a medida que va conociendo a Watanabe y su relación de amistad se estrecha, empezará a tener sentimientos más fuertes hacia él. Finalmente dejará a su novio, poniendo a Watanabe en una situación un tanto complicada.
Hay otros personajes que van y vienen, pero tengo especial predilección por estos dos. Por sus historias, sus diálogos y sus personalidades, me parecen absolutamente geniales.
Creo que este libro, más que contar una gran historia, cuenta muchas pequeñas historias distintas. Pero muchas historias distintas que están gobernadas siempre por una historia central, la que mantiene unidos, más allá de la lógica, a Watanabe y a Naoko. Un libro, trágico, con una historia bonita e intimista, con el que he disfrutado mucho.
Un libro al que volveré.
¡Ah! Y encima hay película, en la que una de sus actrices fue incluso nominada al Oscar...